Mediamos con tus acreedores (ya sean bancos o establecimientos financieros de crédito). Te asesoramos para acomodar tu situación actual de sobre endeudamiento a tu real capacidad de pago. Es preciso que conozcas cuáles son tus derechos como cliente crediticio, según el tipo de préstamos, tarjetas,... que hayas contratado. No importa cuántas deudas tengas podemos estudiar tu caso.
La ley crediticia es muy exigente con los distintos acreedores y pide: que los contratos se expliquen debidamente antes de su firma, que se rubriquen ante notario, que se evalúe la solvencia o capacidad de pago del deudor antes de la concesión del crédito, que las condiciones financieras pactadas (principalmente el tipo de interés) no sean abusivas o usureras...
Nosotros nos ocupamos de supervisar tu endeudamiento y te asesoramos en función de tu situación personal, valorando tu estatus socioeconómico. Evaluamos tu situación pasada, en el momento en que compraste tus deudas; considerando tu estado actual, tu capacidad de pago actual. Posteriormente negociamos extrajudicialmente con la entidad (o con las distintas entidades financieras) la refinanciación -o refinanciaciones- que precisas; y siempre bajo el amparo de la ley. Pedimos quitas de deuda cuando es factible, rebajas de tipos de interés, ampliaciones de plazo, carencias y agrupación de deudas… Todo para abaratar tus compromisos de pago y hacerte la vida más fácil.
Las TARJETAS REVOLVING son un tipo de tarjetas de crédito que permiten aplazar el pago de tus compras. Así, en lugar de pagar a mes vencido, como en una tarjeta de crédito; o al contado, como en una tarjeta de débito; puedes alargar y acomodar tus pagos en el tiempo de manera indefinida. Estos préstamos, aunque tengan formato de tarjeta, se instrumentan como un crédito al consumo, con la particularidad de que nunca sabes cuánto has pagado por el crédito dispuesto. Y el mayor de sus inconvenientes es que sus intereses suelen ser abusivos, están muy por encima de los intereses promedio del los préstamos al consumo, según la estadística que publica el Banco de España. Este producto crediticio ha ganado popularidad gracias a su flexibilidad en los pagos. Su inconveniente, como decimos, es que resulta más que lucrativo para las entidades financieras. Los intereses de una tarjeta revolving pueden incluso superar el 25% T.A.E., lo que según multitud de sentencias judiciales implica USURA. Por ese motivo, la Ley de 23 de julio de 1908, de Represión de la Usura, se ha convertido en una herramienta vital para que los clientes de entidades crediticias afectados por las tarjetas revolving puedan recuperar su dinero.
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